REVISTA SEE Nº11, Junio de 2010

La buena noticia de la magnífica acogida que ha tenido la Convocatoria del Iº Premio de Investigación Carlos Román, confirma las esperanzas puestas en la fuerza que tiene la herramienta, la Evaluación de Políticas Públicas. En efecto, ocho trabajos de diferentes territorios del Estado – Barcelona, Navarra, Almería, Sevilla, Madrid, Cartagena y Granada – y con orígenes diversos – de universidades, de consultoras, de organismos públicos… – en tiempos de escasez, con un tema tan acotado y sin haber podido, por falta de recursos económicos, realizar mayor difusión que la que proporciona en la red nuestra web es, sin duda, un éxito que queremos compartir con los lectores y lectoras de “e-valuación”.

En el presente número de “e-valuación” encontramos de una parte, refl exiones sobre la institucionalización de la evaluación de las políticas públicas que abundan en la necesidad de fortalecer la capacitación de las administraciones públicas para  gestionar la evaluación y, de otra análisis, relacionados con las “tipologías de evaluación”, como la evaluación de impacto o la importancia del marco normativo en el que se desarrolla la evaluación para comprenderla en su carácter evolutivo.

En el primer bloque situamos los trabajos de Rodolfo Canto Sáez y Sindy González; en el segundo se encuadran, los de José María Larrú e Itziar Arispe. Necesariamente, “evaluación” felicita explícitamente a los cuatro por su original refl exión,  aportaciones de rigor; a la par que les agradece su inestimable colaboración. El Prof. Canto, abre de nuevo el debate sobre la institucionalización de la evaluación de políticas públicas desde la aplicación práctica que supone el caso PROGRESA (Programa de Educación, Salud y Alimentación) y la consideración crítica del intento de creación del Consejo Nacional de Evaluación de Políticas Públicas en México. Precisamente, sobre el CONEVAL, la investigadora González hace una detallada descripción e interesante disertación sobre sus características y funciones. Con todo ello, una muestra relevante de que “algo se mueve” en México, en América Latina, con la Evaluación de Políticas Públicas.

Al respecto de las “tipologías”, el Prof. Larrú hace una refl exión sobre los errores que – desde la concepción del diseño de una evaluación de impacto – se pueden cometer si se comienza preguntando por las herramientas y metodologías a aplicar, obviando la importancia del contexto sociopolítico en cada momento para dar una correcta respuesta a la misma. En continuidad con la lectura anterior, Itziar Arispe enfatiza sobre la importancia del marco normativo en la evaluación y su evolución y nos introduce, muy sugerentemente, en el análisis del concepto de evaluabilidad técnica y evaluabilidad política; que, por otra parte, son habituales en la organizaciones internacionales.

En fin, cuatro brillantes y sugerentes análisis que desde “e-valuación”, estamos convencidos que os invitarán al juicio crítico, al debate y retroalimentarán vuestras iniciativas e ideas para desarrollar los artículos de nuestros próximos números.

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