EDITORIAL
El anuncio del Ministro de Administración Pública, Jordi Sevilla, en el acto de inauguración del Seminario Internacional Iberoamericano celebrado en la sede de la Universidad Internacional de Andalucía y organizado conjuntamente con la Sociedad Española de Evaluación y el Ministerio de Administración Pública, sobre la creación y puesta en funcionamiento de la Agencia Estatal de Evaluación de Políticas Públicas en enero de 2007, ha traído a la actualidad de la comunidad evaluadora la inquietud de debatir ciertos aspectos del proceso de evaluación, de cara a su proceso de institucionalización en España.
La Disposición adicional primera de la Ley de Agencias Estatales para la mejora de los Servicios Públicos, publicada el 19 de julio en el Boletín Oficial del Estado, es la que autoriza la creación de la Agencia Estatal de Evaluación de las Políticas Públicas, adscrita al Ministerio de Administraciones Públicas y cuyo objetivo es “la promoción y realización de evaluaciones de las políticas y programas públicos cuya gestión corresponde a la Administración General del Estado, favoreciendo el uso racional de los recursos públicos y el impulso de la gestión de la calidad de los servicios”
Antes de que la Agencia empiece a operar, desde distintas esferas relacionadas con la evaluación se pone de manifiesto la necesidad de determinar conjuntamente criterios de referencia que sirvan, de forma general, como guías o directrices sobre qué debemos entender por evaluación de políticas públicas. Así mismo, se hace más evidente la demanda de estándares metodológicos y de calidad que vengan a elevar la calidad de las evaluaciones que se llevan en nuestro país.
Es un buen momento para trabajar en esta línea aprovechando las sinergias que se van a crear entre distintas organizaciones e instituciones para reforzar la implementación de esta práctica y nueva forma de entender la gestión de lo público. De esta forma, desde la revista E-valuación queremos contribuir al desarrollo de la evaluación y su proceso de consolidación como instrumento al servicio de la Administración Pública para la mejora de los procesos de planificación y toma de decisiones sobre de la intervención pública en la sociedad.
Con este segundo número, queremos seguir profundizando en los aspectos metodológicos de la evaluación, así como en experiencias concretas de evaluación de políticas de carácter social, como las de exclusión y empleo.
Aprovechamos la oportunidad para agradecer el favorable acogimiento que ha tenido esta iniciativa, así como a los socios de la SEE y otros evaluadores y evaluadoras que están colaborando activamente con nosotros para la elaboración y difusión de la revista E-valuacion.